ABSURDO

ABSURDO
Llego tarde,
debí llegar mañana,
o dentro de dos años,
o quizá nunca,
pero llegar de otra manera.
Dicen que amo demasiado,
tal vez es cierto,
siento demasiado,
abrazo demasiado,
me entrego demasiado.
Tal vez se siente poco,
se tocan poco,
abrazan poco,
se entregan poco.
Llego tarde a mi propio juicio,
el barco me espera en el puerto,
debí de embarcar dentro de cien años,
o no embarcar nunca,
o dejar que los demás embarquen,
y sentirme sola como siempre.
Hay tanta distancia entre lo que sienten,
y lo que siento.
Lo que caminan,
lo que corren,
y yo sentada viendo como pasan los barcos,
porque no son los que espero.
No están,
no me esperan,
no los reconozco.
Me ha dicho un marinero que embarque,
y yo le he contestado que,
no llevo maleta.
Todo lo que tengo está en mi,
pero ellos insisten, quieren una maleta,
y yo me quedo mirándolos,
porque no tengo otra cosa que a mí misma.
Un buque hace sonar su voz,
lanza humo por la chimenea,
y yo le saludo sin mirarlo,
entre labios murmuro, que te vaya bonito,
y sigo sentada mirando al infinito,
que está a punto de dirimir,
si es tarde o temprano,
si me piden el pasaporte,
aunque no tenga maleta.
Esto debería de ser un poema,
pero me canso, tengo pereza de la vida,
o la vida tiene pereza de mi.
Dicen que soy exigente,
pero sólo me lo dicen porque me exigen,
y luego si respiro,
mira por donde, estoy viva.
Llego tarde,
siempre llego tarde,
al beso como lo quiero,
al abrazo como me gusta,
al tacto de....
He visto un ser triste, no tenía tacto,
y le he dejado el mío un momento,
para que se sintiese bien.
Todo es absurdo,
un señor se queja en una esquina,
nadie le escucha,
no hay nadie para escucharle,
pero el sigue quejándose,
y las nubes pasan de el,
y el semáforo sigue haciendo su trabajo,
y yo sigo escribiendo,
aunque sé que todo esto,
apenas sirve para mí,
apenas lo leerán otros,
y a fin de cuentas para que pienso,
mañana me muero,
y todo sigue siendo absurdo.
He llegado tarde como siempre,
aunque soy puntual,
pero no importa,
los puntuales siempre llegamos tarde,
a ninguna parte.
mabel escribano
d.r.
imagen: Google