Libremente en cautiverio
poema de Lyda de Jerico
Libremente en cautiverio
Me bastó con mirarte aquel anochecer
para entender que siempre te habría de querer.
Necesite un segundo para escucharte y saber
que tu voz se quedaría en mi presente y
mi ayer.
Sólo pasar tan cerca y de pronto sentir
que estaríamos muy juntos para todo compartir.
Fueron sólo dos palabras las que pronuncié
y con tu silencio dijiste, te amo yo también.
Y no importaba ya nada
si fue el farol del parque que tu rostro iluminaba
o la luna de aquel verano que su luz nos regalaba.
Todo se detuvo en el tiempo del amor cuando te abraza,
todo instante desde entonces es como el viento que pasa,
pero te deja el encanto que esconde
un misterio
pues siendo un amor libre, te gusta su cautiverio.
Lyda de Jericó
DRA