La piedra

Caen crepitando las piernas del gigante,
roídas se deshacen tras los brillos lunares
bajo la impía gruta de un sol danzante
donde se encumbraron bellos cantares.

En los parajes oscuros encuentra Dante
las luces del Dios contenidas en los mares,
ya que al caer sangre del cielo con el gigante
parecía que han liberado a sus pares;
más también caen las aguas con los santos
y cuando ceden al poder de la piedra
dejan sin hogar al que es padre de los cantos.

-Ya tampoco crece la venenosa hiedra
y cuando quisimos vencer con los mantos
empezamos el frío reinado de la piedra.