Idilio
poema de Luis Franco Valdivia
En un valle muerto resplandece
la vida contenida en tus ojos,
brillan aun cuando atardece
y el sol esfumina montes rojos.
Hay brío cuando amanece,
la ansiedad por ver tus cerrojos;
por ellos que importa qué acaece,
si la tierra cumple sus antojos.
Más cuando el rocío vuelve
impregnando el aire del vino,
aún tu enigma no resuelve
mi beso crepitante y divino.
Luego el mundo se revuelve
¡lluvia áurea sin destino!
Comentarios & Opiniones
Un gusto la lectura de vuestra obra y con tan gustoso cierre
"mi beso crepitante y divino.
Luego el mundo se revuelve
¡lluvia áurea sin destino!"
Reciba saludos cordiales