Caminos diferentes

poema de Luis Enciso

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¡Oh!, mujer, que eres un sagrado bien
De la vida y de la naturaleza,
Cuando las mariposas
Tras de ti juguetean
Me pareces una estrella desprendida,
Pura como el Avemaría,
Princesa amante, buena amiga,
Única llama chispeante,
Fuego encendido que brilla en el cielo,
Relámpago apacible
Que ilumina y acaricia cuidadosamente
El notable y misterioso sueño.
Y de aquellos colores
Que se desprenden de la vasta selva,
Su tonalidad variable, a impregnarse
En tu vestido, llega…
Quedando la dulce figura esbelta
De una flor que representa
Tu tez clara, lisa y risueña.
¿A dónde, tú, amada mía, de esta
Vida te me alejas?
¿A dónde los pasos, ya trazados,
Te llevan, para separarte de mí?

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