Le Petit Mort (La Pequeña Muerte)

He seguido, sucumbiendo a la vorágine de decadencia que sustentan mis parpados, y en mi mente desechando en cada acto lo poco de humanidad que sustentaba mi pobre cuerpo. Mas ahora observo con otros ojos la inmundicia de la gente.
Ahora disfruto con esos actos que antes evitaba, supongo que una pequeña parte de mi cerebro se disipó, justo cuando quebraron mis murallas. Donde cada placer, nace, de cada una de mis muertes, porque mis pupilas se elevan como eclipses, al tiempo que mi cuerpo es esclavo de vuestros deseos y los cardenales de mi piel, son galaxias escondidas en el placer de mi dolor.
Todo lo que he vivido, está escrito en este compendio, cosas desagradables y otras no tan distantes, pero donde espero que disfrutéis como lo hacía yo con mi propia piel. Porque esa pequeña muerte, viaja con todas sus dificultades, algunos la enfrentan, otros la invaden y otros la inhiben.
Yo disfruto, de cada una de sus extremidades, hasta de las más inhóspitas y singulares, pues cada desecho, también forma parte de ese hecho. Si tu no lo haces, plantéate, que hay más sano que tocarse, sentirse, abrazarse, quererse. Solo algunas/os saben lo que se siente, porque, aunque no seamos tan diferentes, los unos de los otros solo, en esas diminutas diferencias, se encuentra el arte de apreciar a otro alguien.
Sentir sus diferencias, las tuyas y conjugarlo con vuestros labios correteando, con cada uno de vuestros dedos y no solo sentir, como se electrifican los sentidos, si no poder percibir el dolor de ese alguien, engullirlo con tu boca y poder demostrárselo bajo la ropa.