Olvídala, corazón de cristal

Corazón frágil como el cristal...
Te has quebrado al verla llegar...
¿Por qué sigues torturando tu dignidad?
¿Por qué no la olvidas y te permites descansar?
Ha vuelto, por el camino empedrado, por el cual la viste partir.
En el cual te hizo llorar, con sus manos de porcelana en tu rostro de marfil.
Querido corazón, no le permitas volver a entrar.
Su encanto te volverá a lastimar.
Tiene ojos color vino, una piel color cristal, tiene labios muy rosados y un cabello negro como el cielo al dejar la oscuridad dominar.
Su vida tiene prohibido, el poderse enamorar, su vida tiene como ley, simplemente ilusionar.
Sabe que te ha hecho suplicar hasta la muerte, sabe que ha causado heridas en tu interior, que han cicatrizado, y nunca más podrán sanar.
Pero entiéndelo, NO LE IMPORTA.
Ella no está hecha para amar.
Solo enamora a corazones débiles, como tú, querido corazón de cristal.
No te aceleres, al mirar hacia atrás.
No te hagas cenizas, al ver su rostro acercar.
Por Favor, mi corazón, no te vuelvas a enamorar.
Porque aunque jamás la hayas olvidado, se le puede engañar.
Has como si al haberle dicho adiós, todo hubiese tomado un rumbo normal.
Y que aunque se haya quedado grabada en tus venas, aunque se haya mezclado a tu sangre, no la hubieses vuelto a pensar.