Él y Ella

poema de Laya

" -Te amo. -Dijo él.
-¿Como aman los adultos?-Preguntó ella.
-No, te amo de verdad y para siempre. "

***

Ella lo sabía todo sobre él.
Sabía que era diferente, especial, único.
Y no lo decía simplemente por su cabeza calva, el tapabocas que siempre llevaba o por el cansancio que se había apoderado de él.
No lo decía por los raros tratamientos a los que lo sometían, por los numerosos días que faltaba al colegio ni por la hinchazón en su cuerpo que lo hacía ver totalmente distinto a cuando corrían tras balones de fútbol en el jardín de niños.
Porque aunque ella supiera que él estaba enfermo, que ya no podía hacer los esfuerzos de antes ni ser el mismo de antes, que al caminar por las calles algunos lo miraban raro y otros niños le tenían miedo, para ella él seguía siendo el mismo amigo de siempre, y siempre lo vería así.
Ella era de los pocos que siempre habían estado allí para él, que habían rezado aunque casi nunca rezaran, que no lo habían asociado con la palabra "cáncer" ni mucho menos con la palabra "muerte".
Y por esa razón, ella no pensaba que él fuese diferente por su enfermedad, pero por sus diversos talentos.
Talentos que rara vez había visto, que ocasionalmente había logrado percibir en su madre o su padre, pero no era común.
Ni siquiera sabía lo que eran realmente, ni tampoco entendía por qué parecía ser la única en lograr verlos.
Y le daba una pena inmensa que los demás no pudieran ver lo hermosos que eran sus dones.
Pero más tristeza le causaba aún, ver que ni siquiera él mismo se daba cuenta de eso.
De lo que poseía.
Tenía en él el poder de sonreír y hacer que todos lo hicieran también.
El don de hacerte completamente feliz con solo aparecer.
El talento de sumergirte en un mundo perfecto, de hacerte creer en ti mismo, de hacerte valorar la vida, de hacerte saber que todo es posible, con solo mirarte.
Y sobre todo, lograba hacerla sentir que todo estaría bien siempre.
A ella le costaba confiar, pero en él confiaba plenamente.
Y por todo eso, ella lo consideraba un héroe.
No llevaba capa, pero con solo su mágica sonrisa podría haber salvado el mundo.
Porque era tan valiente, luchador, perseverante y poderoso como cualquier superhéroe.
Y al fin y al cabo siempre lo vería así, porque el siempre sería ese amigo que salvó su pequeño mundo.
Lo conocía casi a la perfección.
Sabía que amaba el fútbol y que al ver los zapatos con los que solía jugar se inundaba de tristeza, y a ella, que él pudiese llorar, la sorprendía enormemente y la hacía sentir fatal.
Sabía que nunca se había enamorado, y sabía cuáles eran sus sueños y metas.
Lo conocía tan bien, que podía distinguir sus verdades de sus mentiras, conocía todos sus secretos.
Pero había una cosa, un pequeño detalle, que ella no sabía.
Que ni siquiera habría podido imaginar.
Nunca se habría imaginado que cada día pasado con él, podría haber sido el último.
Que su enfermedad era más grave de lo que ella pensaba, y que en cualquier momento él podría haberse ido.
Y fue una noche, en la que él acostado en una camilla de hospital y ella sentada a su lado sosteniendo su mano, que él le dijo:

-Te amo.
-¿Como aman los adultos? -Preguntó ella.
-No, te amo de verdad y para siempre.
-¿No crees que "para siempre" es un tanto largo?
-Tal vez tu "para siempre", pero el mío no tarda en terminar.

En ese momento, ella no supo qué responder.
Se sentía de manera extraña, inmensamente triste pero a la vez muy completa.
Se sentía terriblemente pequeña pero por primera vez sabía que ya no era una niña.
Y en ese instante, rompió a llorar.
Y él le sonrió como siempre lo hacía, haciéndole olvidar todo.

-No llores, no tienes porqué llorar, no quiero verte llorar. -Dijo él.
-¿Por qué? -Le preguntó ella secando las últimas lágrimas deslizándose por sus mejillas.
-Porque tu sonrisa es la única razón por la cual yo he sonreído todo este tiempo. Y ahora, ¿puedo hacerte yo una pregunta?

Ella asintió, no tenía fuerzas para pronunciar palabra alguna.

-¿Tú también me amas? -Le preguntó con preocupación.
Y ella, reuniendo fuerzas y entre sollozos, le respondió:
-No sé si te amo, ni siquiera sé qué es amar, pero sí sé que lo que me haces sentir no lo había sentido nunca antes.

Él sonrió aún más, soltó una pequeña risa dirigida a él mismo, y se durmió.
Enseguida, ella sintió que la mano de él se había hecho más pesada.
Empezó a sudar y a llorar sin siquiera saber el porqué de su preocupación.
Sintió que todo su mundo se volvía un caos, que una parte de ella se iba con el viento como un globo inalcanzable de su niñez.
Le soltó la mano, lo miró a la cara y le dijo:
"Sí, si te amo".
Y se marchó, contenta como él siempre lo había estado y sonriendo como él siempre habría querido.
Se marchó.
Aquella vez fue la última que lo vio, que escuchó su voz, su risa, y pudo ver su hermosa sonrisa.
Y desde ese día, algo en ella cambió.
Cada noche se pregunta: "¿Yo lo amaba?"
Y al preguntárselo cierra los ojos, sonríe, y se dice a sí misma:
"Sí, y siempre seguiré amándolo".

Comentarios & Opiniones

María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

" -Te amo. -Dijo él.
-¿Como aman los adultos?-Preguntó ella.
-No, te amo de verdad y para siempre. "
Historia muy conmovedora, felicitaciones poeta . Saludos

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Laya

acnamalaS, Gracias por tu tiempo y por tu opinión.
Una alegría leer tus palabras.
Saludos.

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Rafael Abril

Bella y nostálgica historia Laya, es un gusto leerle.
Te invito a leer mi ensayo poético.Al rozar tus labios...
Un saludo lleno de bendiciones

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Laya

Gracias estimado Rafael Abril, un gran gusto que lo haya complacido mi escrito.
Con muchísimo gusto me pasaré por su ensayo.
Gracias y bendiciones para usted.

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ELVIRA COLQUI

HERMOSO Y ES VERDADERO AMOR AMAR EN LAS MALAS ALLÍ SE PRUEBA EL VERDADERO AMOR

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Laya

Gracias queridísima Elvira, una alegría tremenda que te haya gustado. Y si, tienes toda la razón, qué mejor forma de amar que demostrándolo estando siempre allí?
Gracias por leerme, saludos.

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María del Rocío

Layita amorcito, que talento mi reina! Que gran don tienes en la pluma. Nunca lo dejes siempre pa' lante! Acá tienes quién te admire! Besitos!!!

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Laya

Gracias María !!! Una alegría tremenda contar con tu apoyo !!! Un gran placer leer tus bellas palabras, ya que la admiración que siento yo por tus escritos y por ti es gigante. Gracias por leerme.
Un abrazo!

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La Dama Azul

Vuestra obra pareciere tomada del capitulo de una obra literaria, que se espera disfrutar hasta el final.
Recibe cordiales saludos.

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La Dama Azul

"No llevaba capa, pero con solo su mágica sonrisa podría haber salvado el mundo."...

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Laya

Muchas gracias por pasarte por aquí Gabriela, me da mucho gusto que te hayan gustado mis letras. Gracias por tan bellas palabras, me llenan de una alegría gigante.
Saludos.

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