Infidelidad

poema de Arturo guerra

Infidelidad

No me preguntes, solo escucha, de está forma no te podré mentir, hay veces que es mejor escuchar aunque solo la mitad sea verdad.

No me preguntes, porque entonces no comprenderás el porque te tengo que olvidar. No me preguntes, no te hagas más daño de lo que te hice yo.

Las palabras se olvidan, el tiempo no entiende de tragedias, para el todos los minutos tienen 60 segundos, no importa que para el corazón un minuto o un segundo puede ser la diferencia entre reír y llorar.

La historia es muy corta no tiene caso alargarla con preguntas que lastimen tu alma, es mejor que tu cabeza no comprenda esta situación.

No me preguntes porque? Ni yo mismo lo sé, no quiero lastimarte más, tal vez fue la noche, tal
vez el alcohol, igual todo fue una confusión.

Yo estaba pensando en la barra de un bar, solo acompañado por mi soledad, junto a mí mano un vaso lleno de supuesta felicidad.

No me preguntes, que con esfuerzo estoy recordando que sucedió después del cuarto vaso la soledad huyó, a mi lado una voz que me dijo, "hola, como estas" porque tan sólo en esta noche que está por comenzar.

No me preguntes, no sabes cómo hubiera querido que en ese instante la soledad llegara a rescatarme, para no haber caído en la suavidad de unos labios prohibidos, en la tentación de una piel sin explorar.

Al decirle mi nombre ya no éramos extraños, las palabras comenzaron a fluir, como lluvia del verano, que aunque uno quiera no puede detener, el cauce Del Río se desbordó a la segunda mirada, ya era imposible poderlo detener.

Ya no me preguntes, no se que contestar, no pensaba en nadie, en ese momento la noche me transformo, ya no era yo, me había subido al juego sin control, había comenzado el viaje, esperando no regresar.

Fue interesante descubrir un sabor diferente, me sentí arqueólogo descubriendo un mundo fuera del universo, la luna fue testigo de aquel encuentro, yo ya no era yo, la noche me hizo desaparecer, al hacerle el amor a aquella mujer, la sangre en mi cuerpo de nuevo en vida transformó a un corazón olvidado, por más que le gritaba a la soledad ella ya no me escuchaba.

No me preguntes más, la mañana se encargó de ser el juez, no hubo necesidad de jurado, el veredicto era culpable y nada más.

No me preguntes más, que aún no se comprender lo que sucedió, en tus ojos veo que ya no hay solución , que nuestra cama en un bloque de hielo se ha convertido, que no hay un perdón que valga, que el tiempo se ha vuelto enemigo.

Tu mirada aún con llanto, sostuvo mi mano, ya no preguntaste, ya no cuestionaste, con voz entrecortada susurraste, te comprendo, está historia hace tres meses también me sucedió a mi....

Comentarios & Opiniones

Silvia

Fuerte,y... de las dos partes muy sufridas,muy real parece,como la vida, me gustó,saludos Arturo y beso.

Critica: 
Luna

Que poema más interesante, el culpable no era tan culpable pues también había sido engañado. Aquí cabe el refrán " No miremos la paja en el ojo ajeno, mirar la viga en el nuestro". Saludos.

Critica: 
Leonardo Sarmhi.

Hermosa historia, con excelente narrativa y descripción. El conflicto ya esta en la pareja. Las soluciones que optaron no fueron las adecuadas. Ahora existe dos problemas..Bellas letras, un placer estar en tus lineas, amigo Arturo..Saludos y abrazos!

Critica: 
Arturo guerra

Gracias luna voy a leer tus poemas que estés muy bien un abrazo

Critica: 
Arturo guerra

Gracias Leonardo por tomarte un tiempo lpara leerlo, un saludo buen fin de semana

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