Café Exprés

poema de KAMQ

Aquí son las seis y exactamente no es la hora. Tenía un retraso de ballena. Cobijado sobre mi auxilio, tapado bajo las excusas. Se mueve y escucha, calla y no dice. Entra y sale, corre y escapa. Mirando a los albinos, criticando a los indios. Hablando con morenos, saliendo con latinos. A las siete ya era esposo. ¡Caucásica! La dama y bien negros los anhelos. Siete minutos y ahora, no pasa la semana. El viento no es ajeno, las voces se les cambian. Los niños mienten al centeno, no son serenos. Y se mueve y palpita. Y perdona, no se olvida. Otra vez y otra vez. Corre solo, agita mucho. Prende uno y prende dos. Compra cuatro y gasta cinco. Se viste de azul, tomate y lino. Vive poco, ama mucho. Suma dardos y pierde el tiro.

No sabe. ¡Ya no sabe qué hacer! Se acaba el golpe, se arruina todo. Ni las mentiras, ni los escribas. Aunque grite y llore. Ya cambio de día. Aunque salte mucho y no haga nada. Se vuelve cojo, no ve nada. Se arrastra tanto y se moja mucho. Se le cae la cara y también la vida. Y apenas son, las seis exactas.