POEMATRIX

Cada día, cada noche, cada minuto y segundo que transcurre hay más letras, más cosas que sentir, algo más que ver; una nueva lección que me arrastra a esta adicción de escribir.
Muchos viven para escribir.
¿Yo? Yo escribo para mantenerme vivo, para no ser ahogado en la miseria. Mi tiempo es lo único que puedo controlar, organizó cada una de mis ideas pero algunas pocas salen a flote para respirar. Si me detengo, solo escucharé gritos desesperados, tratando de arrebatar mi sueño.
Un sueño que creen inalcanzable.
Ellos estarán caminando por las calles más transitadas preocupándose por como las demás personas los ven.
Pero yo, yo estaré detrás de papel y tinta, el escondite más seguro.
Donde solo nosotros los escritores no somos manejados por los estereotipos ni las opiniones de los demás.
Y aseguro que cuando salgamos de ahí, nos convertiremos en los dueños de nuestros propios sueños.