Nadie quedó de pie.

poema de Julián Meni

Mi alma es un terrón
Buscando luz de sol,
Buscando calma y paz,
Clamando un alud.
Que le limpie la voz,
Que ayude a escurrir palabras,

Para poder decir
Lo que no tiene voz,
El mensaje de un alarido
Que nunca antes había oído,
Y tiene tanto que decir
Antes de seguir.

La muerte es tan hostil,
No hay consuelo o fé,
No hay posibilidad
De lanzarse a correr
Y también corra el tiempo
Y deje de doler.

No se pudo evitar,
Nadie quedó de pie.
Todo nos parecía obvio,
Íbamos sin preguntar:
¿Quién nos va a enseñar
Del amor y del odio?