Pies

Me quito los zapatos de mis prejuicios para sentir en pies descalzos lo hermosa que es la vida, decido entonces caminar de pie ya que este andar sentado me tiene agotado, y me doy cuenta del tamaño que soy, que tengo rodillas, y que en realidad mis brazos se convierten en alas.
Decido entonces quitarme este sombrero gris al que llamo tristeza y salgo en busca de lo que no he querido ver.
Camino despacio ya que tengo prisa, de no perder lo visible y encontrar lo imperdible.
Escribo en con mis pies lo que mis manos ya no perciben.
Entiendo entonces que no son los pasos los que te definen sino la forma de andar.
Hoy sé que no necesito caminar para llegar lejos, solo necesito moverme, para descubrir que los caminos están hechos de barro, de arcilla, de tierra, que la mejor forma de conocerlos es embarrándose.
Hoy mis frases no vienen cargadas de poesía pero si de verdad, una verdad que me envuelve como tela de pisadas, tela de caminos, tela de sentimientos.
De que vale sino usas los pies, de que vale moverte si no sientes que caminas.