Cuando fuiste niño y jugabas a pelearme
me decías
“conformate
con que te quiera hasta el techo”

y reías.

Yo también me reía y no quería decirte
escapándome de la complicidad
que me bastaba con que me quisieras hasta el techo
y menos...

porque un padre puede conformarse con los límites
de una casa

porque un padre puede conformarse con los juegos y las risas
y con menos…

Cuando dormías
yo subía a una escalera prestada
para mover las tablas del cielorraso un poco más arriba
mientras veía como escalaba un halo invisible de inocencia,
y vos sin saberlo
al día siguiente otra vez en peleas fingidas y entre risas
ibas a decirme sin decirme
que me querías un poco más
“conformate
con que te quiera hasta el techo”.

Y yo reía, cómo reía…
Disimulando lágrimas de felicidad.

***
Del libro "BUEYES PERDIDOS"
de próxima aparición

Comentarios & Opiniones

yesicabelengarrido

Que hermoso poema. Es muy cierto lo que expresas por el amor a los hijos. Queremos que sean felices y con que nos quieran hasta el techo nos alcanza. ME ENCANTÓ

Critica: 
Xio

Cuánta belleza, cuantos recuerdos, esa picardía de la niñez, ese provocar para escuchar ese amor incondicional de los padres, precioso decir, un placer la lectura, abrazos cordiales, buenos días.

Critica: