El último poema

poema de Juan Diego

Iluminado por el reflejo de la luz que atraviesa mi ventana
Con el corazón y la mente abierta escribo el último poema
Las últimas líneas por las cuales mi pluma se mueve
No llevan dedicatoria alguna, solo fluyen libres como el aire
Pienso en el niño de los sueños, el origen de esta historia
Veo sus libros y sus soldados de papel sobre su cama blanca
Su rostro, su sonrisa y sus ganas de jugar me roban una lágrima
A la cabecera de su melancólica cama veo dos personas tomadas de la mano
El hombre mira al niño con ternura y sonríe para darle confianza
La mujer contiene con su alma sus lágrimas y a su vez sonríe
Podrían caer mil truenos o mil relámpagos sobre esa cama
Pero el niño, protegido por sus padres nada sentiría

Mi visión se oscurece y desaparece con el viento
A pesar del cambio el niño sigue ahí, sonriendo inocentemente
Se le acerca una señora de cabellos blancos
Su dulce sonrisa despierta en el niño la más grande alegría
La señora le da la mano y camina junto a él
Al rato, por los aires aparece en pleno vuelo un cuervo
Sus plumas negras y su pico fino impresionan al niño
El ave se acerca y se para en el hombro del niño sonriente
De esa manera caminan juntos los tres personajes
De un momento a otro se escucha un trueno en el cielo
El cuervo despega su vuelo perdiéndose en la oscuridad
Mientras que la señora a cabellos blancos se esfuma guardando una sonrisa

Tras la tormenta sufrida, el paisaje cambia
Veo al niño, ahora joven sentado en un bosque a la sombra de un árbol
Está solo pero parece acompañado
Su mirada se pierde por el horizonte infinito
Del punto más iluminado del bosque
Aparece una chica que roba la mirada del joven
Ella se acerca a él con paso tímido y confuso
Sus ojos azules hipnotizan la mirada de nuestro personaje
Su cabellera dorada crea un laberinto en su mente
Cuando ya está a tan solo unos cuantos pasos, se produce lo mágico
Su fragancia, su tacto y su figura lo vuelven loco
La muchacha se sienta a su lado y le da la mano
Juntos parecen invencibles, casi inmortales
Cuando de repente una gota cae encima de ellos
Al instante, comienza una nueva tempestad tan gris como las anteriores
La chica de ojos azules se desprende de la mano de su acompañante
Lo mira con una de esas miradas que te dicen hasta luego
No hay palabra que pueda ser pronunciada por ninguno
La muchacha suelta una lágrima con la que exprime su dolor
Y el joven se queda solo, triste, ahogándose en un océano de sufrimiento

Una nueva imagen invade mi visión
Ahí está, de nuevo él, arrodillado en una pradera
Se le ve feliz y tranquilo con su sonrisa habitual
A su lado izquierdo veo un libro abierto por la mitad
Y al lado derecho, una hoja en la cual logro leer algunos versos
El clima es cálido y el ambiente fresco
Sobre el joven, vuela por los cielos un cuervo noble
Al lado del ave, sentada de rodillas está la señora a cabellos blancos
No muy lejos de ellos, observo la pareja de la primera imagen
Los cuatro personajes miran al joven reír, cantar y escribir
Y este último mira el sol buscando el rostro con el cual sueña
Ahí lo encuentra, esos ojos azules comparables a diamantes
Esos cabellos de oro, envidiados por los dioses
El chico es feliz, se echa en la hierba de la pradera
Y cierra los ojos llevándose con él lo que acaba de ver

Esta vez a mi sorpresa no hay rastro de ninguna tormenta
La imagen sigue ahí, el paisaje y los personajes no se van
Y entiendo que es el final
Pasarán los días y los meses
Tal vez caigan algunas tempestades
Pero nada cambiará
Él seguirá ahí con una sonrisa en el rostro
Mientras los cuatro de arriba lo sigan protegiendo

Comentarios & Opiniones

LUZPAZ

Sorprendente!!

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