Te espero.

Caminando en la villa de fantasías
sintiendo el aire de ilusiones
sueño con tu esotérica venida
a mesura de mis pasiones.

Si tu corazón loa en lo foráneo,
en la bonanza de sus besos,
yo aplaudiré a lo etéreo
en rodillas de mis rezos.

Ya que mi capricho es tenerte
aun en quimeras satíricas,
es mi certidumbre de verte
en los echos de mi vida.

Si tus labios fueron besados
Si tu cintura fue acariciada,
No se lo que te haya pasado
pero eres mi santa amada.

Por que del amor crucial,
no se halla una lista,
solo un campeón especial
a coincidente de tu chispa.

Y es así lo mio ecuánime prudente,
sin imputar el ayer desconocido,
será tu madurez del hoy valiente,
al amar un corazón triste, herido.

Recuerda que te espero con mis cuentos
con la sutileza atrevida de mis poemas,
Te espero con mi fiel, inefable sentimiento,
con la certeza a poner tu diadema.

Termino estos versos al son del pajarillo
que avizora al ocaso empíreo infinito,
el sol soñoliento se acostará al Divino
y yo me iré a soñarte en camino.