Soneto III

Para María Dolores Menéndez López

Soneto III

La orilla alborotó un mar coralino
Y el cielo asaltó, puro y despejado,
Aquel caballo raudo que, embrujado,
Pincel se hizo del aire cristalino.
Y hallaste, al avanzar en el camino,
Crepúsculos sin voz, un mar dorado,
Y pudo descansar, ya fatigado,
Tu aliento, firme ayer, hoy peregrino.
La noche vino larga y duradera
Con el amanecer, robando el día,
Su luz, su brillo, toda la hermosura:
Mi pecho será luz, y, dondequiera,
Habrá de iluminarte cuando, fría,
Te aceche, sin pudor, la noche oscura.

2005 © José Ramón Muñiz Álvarez
“Las campanas de la muerte”
Primera parte: "Los arqueros del alba"

Comentarios & Opiniones

JOSE FLANDEZ

Admirables sonetos los suyos, poeta. Mis felicitaciones.

Critica: 
ELVIRA COLQUI

HERMOSOSO SONETOS CONDE

Critica: 
Omar Ramón Adjunta

Colega Conde,regios esos versos gracias por compartirlo saludos.

Critica: 
mayita

Que buenos son sus sonetos señor Conde Waldstein. Gracias por compartirnos-los.

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