Luz

poema de Luis

Luz

Los ritos de los días de muertos abrigaron mi niñez,
Ya entrado en la vida me enamore un par de veces,
Y en la última me toco cavar mi fosa.

Desperté y me extravié, siendo ajeno a mí Ser.
Mi conciencia se volvió un coyote nocturno.

Una noche mire la despedida de un cadáver,
Sus vecinos tocaron chelos y clarinetes.
Y una campesina miro a su primogénito,
Bendecido entre dolor y sangre,
Y una partera inhalo su primer suspiro.

¡Tu mi mujer y mi anhelo Atemporal!
Comenzó la lluvia y me acorde de una tarde similar junto a ti.
Hoy nuestras promesas y sueños
Son muertos de tinta y papel que tenemos que dejar descansar.

¿Qué pasaría si una noche mi alma me abandona y me pierdo ante la geometría desconocida de las estrellas?

¡Encontraría las órdenes ocultas estelares Que predican sin cuerpo y sin palabras!
Tire los techos de la casa para tener al cosmos,
Y soñé que volaba como cuando fui ave.

Agua tibia para el cansado tiempo bebí,
Y sane la piel con el hálito de la esperanza,
Hoy me calienta una Luz, Luz de cristal y seda,
¡Plena y hermosa Luz!

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