Te mereces un poema

Te mereces un poema porque poesía tu encarnas. Clara, diáfana y fragante, dinámica, permanente movimiento, omnipresencia evidente con cadencia, ángel y glamour. Como dije eres poesía del comienzo hasta el final.

Te visualizo flor silvestre, inédita, perfumada y bravía, siempre impetuosa, imponente, flor de un día cada día que la pradera engalanas con tu presencia espigada y tu sinuoso despegue que me atrae aunque me oponga y mi concentración dispersa, captando así mi atención e induciéndome a tu vera. Es la fuerza milenaria y ciega de la evolución, impulsada por ADN, genes, cromosomas, hormonas, y sexappeal por montón; el ciclo que se repite puramente biología, matizado con cultura, puntos de vista, criterios, sentimientos y pasiones, todos de nuestra invención.

Linda, llamativa, hermosa, las palmeras datileras que a tu paso se estremecen, te envidian, susurran y mecen su follaje en forma inquieta pues se sienten superadas por tu natural estancia, belleza básica, pura, balanceada, sin igual. No se si es tu silueta o tu gracia al caminar, aunque seguro yo estoy que el secreto es tu cabello, tiene algo particular, no es común, no se repite, fluye con naturalidad, exhala un almizcle único, eres tú a cabalidad.

No te conozco, no se quien eres, eso se añade al misterio de indagarte y descubrirte y ganarme tu amistad. Te mereces un poema, te lo acabo de brindar. Es tuyo, sólo a ti te pertenece, prueba de mi aprecio sincero y transparente amistad.

JR
23.08.2017