Melancolía

Melancolía

Mi melancolía es en ocasiones es entre nieblas finas,
un viento helado y gotas de tristeza escurridizas
en una ventana,
mirando hacia la luna con un suspiro que se me va por bocanada.

Mi melancolía es una playa desierta donde transitan los cangrejos
con su gracia marinera, caminan de lado y caminan atrás
y en mi alma hay un vacio infinito

Y miro tu vida en retrospectiva
y es como una tu fotografía,
como una simple crestomatía,
blanco y negro un con pálido griso
que pronuncian a tus grades ojos fijos.

Taciturno en una playa desolada,
miro el triste vuelo de una gaviota aislada.
Veo que mar que viene y va
con olas llenas de soledad.

Mi tristeza es este bosque donde del viento
arrastra una hojas y todo es silencio,
como si estuviera habitado por pájaros muertos.

Mi melancolía es la vida misma donde
transitan las cosas y soy el más grande
de todos los sordos y todos los ciegos.

Mi melancolía es un andar bajo un millar
de estrellas en el firmamento,
unos cuantos pasos en un pequeño espacio
y en un vacío inmenso.

Son las calles y las avenidas en la oscuridad.
un desierto en las banquetas con su soledad;
Son mis largas noches de revueltas,
donde una lámpara con su luz amarillenta,
alumbra algo más grande que mi pena.

Mi nostalgia es esta alcoba aún vacía,
donde reposan sueños, y una dulce compañía
es mi descaso; una maldita botella tequila.

Mi tristeza tiene tardes con aroma de café,
días con nublados, con una llovizna
o tan sólo una simple una suave brisa
, huesos que atenebran y un frío que calcina.

Es un dique, donde una noche la luna reflejaba una dulce plata
Apresurados los mosquitos se precipitaban sobre el agua,
queriendo alcanzar , y en mi recuerdo se hizo una lagrima.

Mi melancolía es ahora que no estás,
es la misma calle, el mismo camino,
es la misma playa, son las mismas aguas
una estrella, la constelación completa
y la única luz en la avenida.

Es éste asiento de mi tristeza y mi alegría,
un romanticismo dulcemente ruin,
que crece contigo, son parte de ti.

Los cangrejos con gracia marina
los bosques llenos de pájaros que trinan.
El vuelo de la gaviota en un atardecer
y un mar que no se cansa en su vaivén.

Mi melancolía, es tu ausencia.

José Antonio Ríos Ramirez