LA PIRATA EN LA CIMA DEL MUNDO.

En una mañana soleada
donde las ligeras ventiscas
que olían a mandarinas frescas
guiaban el mando del universo.

Después de un momento
me encontré un barco polvoriento
que se encontraba a bordo
una sensual pirata
que tenía el color de piel de ébano,
también tenía el cabello negro enredado,
cómo las lianas de un bosque embrujado.

La observé directamente a los ojos,
esos ojos que ocultaban un tenebroso pasado,
que reflejaban su manso deseo
de ser una gran persona.

Le tomé su tercia mano
danzamos y danzamos
al hegemónico compás
cómo el hecamtómbico sonido
de un nuevo telégrafo.

Luego, en un momento dado
nos besamos apasionadamente
el reflejante horizonte
se iluminaba abruptamente
y quedé inmensamente perplejo
de su perfecta alma.

Comentarios & Opiniones

Jesuito

esta genial!

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