EL DIARIO (CUENTO)

poema de Jorge Loyola

El sonido metálico de una llave entrando en la cerradura, despertó al gato que bostezó mientras estiraba su lomo y clavaba las uñas en el respaldo del sillón donde había pasado la noche, después, salto sobre las piernas de Tadeo Robles, que se había dormido sentado la noche anterior mientras leía y acompañaba la lectura con una botella de vino.
Robles despertó sobresaltado y empujó al animal que con un maullido saltó sobre la mesa ratona y al pasar golpeo la botella, que aún tenía algo devino en su interior, esta se tambaleó como bailando y cayó al piso dejando una mancha oscura sobre la alfombra.
Aun algo dormido el hombre le habló al gato como si este lo entendiera, recriminándole el desorden.
_ ¿Qué haces? Estás loco, mirá el lío que hiciste.
Aunque sabía quién estaba entrando, tosió se aclaró la garganta y preguntó.
_Elsa; ¿sos vos?
La voz y el marcado acento paraguayo confirmaron lo ya sabido
_y si patrón quién va ser si no, ¿la Sofía Loren?
_La mujer colgó en el perchero de la entrada su cartera y una camperita tejida al crochet, entró en la sala y con los brazos en jarra miró a Robles y al gato que conociéndola ya se restregaba por sus piernas.
_Miren que desorden, ustedes ensucien no más, tranquilos que total viene la Elsa y limpia todo.
Dejó un diario sobre las piernas del hombre y se fue para la cocina murmurando algunas palabras en guaraní.
El hombre tomó diario y como de costumbre antes de leer cualquier noticia, fue a las últimas páginas, donde están los obituarios.
_ ¿A ver, quién la va a pasar mejor a partir de hoy?
_ Recorrió con la mirada la lista de fallecidos y al pasar vio su apellido, entonces prestó atención para cerciorarse si conocía aquel Robles que, como él decía, había pasado a mejor vida; cuando volvió a leer, abrió los ojos todo lo que pudo, frunció el ceño, dejó el diario sobre la mesa, se levantó del sillón y fue a lavarse la cara. Volvió tomó una vez más el diario y buscó nuevamente al finado Robles, una vez más su ceño se tensó y su piel empalideció mientras leía los datos del fallecido, un escalofrío le corría por la espina, como si tuviera un ciempiés caminando desde el cinturón hasta la nuca. El nombre de la lista era “Tadeo Robles”; ¿cuantos más podían llevar ese nombre?; un par de datos más terminaron por confirmarle que el Robles de la amarga nómina, era él.
Perturbado por el extraño suceso busco nervioso la primera página del diario, miró la portada y lo impactó la noticia destacada en grandes letras que ocupaba media página “Fatal accidente en la ruta 143, cinco muertos” por un momento se distrajo, hasta que vio la fecha en la esquina superior “23/10/90”; la fecha le pareció rara, se preguntó qué día era y para asegurarse llamó a su empleada,
_Elsa, ¿Qué día es hoy?
_martes patrón
_ya sé, pero la fecha digo
_veinte de Octubre pues
_La sorpresa lo dejó tieso por un momento, el diario que tenía, era el que saldría dentro de tres días.
_Tiene que ser una broma; pero quién se tomaría el trabajo de imprimir un falso diario. Para sacarse la duda fue hasta la cocina y buscó el calendario pegado en el costado de la heladera; efectivamente era martes, veinte de octubre; se quedó pensando, quien podría haberle hecho una broma tan elaborada; él no era un tipo que hiciera bromas y mucho menos tenía amigos que se las hicieran a él. Pensaba en esto cuando la paraguaya le recordó algo que lo terminó de aturdir.
_ Patrón no se valla a olvidar de comprar los pasajes hoy, si va a ir a la ciudad a ver al médico.
_Su visita al médico de la ciudad, la había olvidado; buscó nervioso entre los papeles de su agenda hasta que encontró el que tenía anotadas la fecha y la hora programadas; “23/10/90 -7am” esto significaba que el día 22 por la noche debería estar recorriendo la ruta 143; se dejó caer en el sillón con el papel del turno en una mano y con la otra, sin mirar buscaba el diario que había dejado sobre la mesita para volver a leer la noticia de la portada.
La crónica hacía referencia a un choque frontal entre un autobús y un camión y además enumeraba los heridos y fallecidos. Leyó los dos primeros nombres de los fallecidos en el accidente y rápidamente fue a la página de los óbitos para comparar, aquellos dos nombres estaban efectivamente en aquella hoja, nuevamente volvió a la noticia principal y leyó un nombre más y también lo comparó , como los anteriores, aparecía aquel nombre; solo quedaban dos nombres y no se animaba a leerlos, se tomó un momento y por fin comparó el siguiente y también coincidía; por último leyó el nombre que quedaba; lentamente mirando hacia la nada arrugo el diario en sus manos y lo arrojó al piso.
Mientras más lo pensaba, aquel diario con sus funestas noticias fue pasando de ser una posible broma de mal gusto a lo que parecería ser un mal presagio, como si algo o alguien quisiera darle un aviso, una advertencia. Según todo lo que estaba pasando, dentro de tres días él estaría muerto.

Se dio una ducha y se vistió para salir, quería olvidarse de aquel diario con su contenido, seguro todo era un gran engaño, no debía darle importancia y seguir con su vida tal cual era hasta esta mañana.
Por alguna razón antes de salir se miró al espejo como nunca lo había hecho, acarició al gato y este al no estar acostumbrado a esto se alejó para esconderse bajo un mueble, por último, antes de salir pasó por la sala donde su empleada estaba ordenando mientras refunfuñaba como de costumbre, se acercó y la saludo dándole un pequeño abrazo y un beso en la mejilla.
_ ¿y a usted que le anda pasando? _preguntó la asombrada mujer
_ Anda falto de cariño o anda queriendo acosarme.
_ No pasa nada _ contestó Robles riéndose entre avergonzado y asombrado.
_ Elsa, ¿vos qué harías si te quedaran un par de días de vida?
_ ¿y esa pregunta?, usted sí que se levantó raro, me parece que todavía le duran los efectos del vinito de anoche. _lo miraba con cara de asombro, con los ojos chiquitos y una sonrisa casi burlona.
Robles insistió.
_Enserio mujer; ¿qué harías si supieras de antemano que te vas a morir en unas horas?
_Pues esperaría la muerte nomas; eso sí, alivianaría rapidito la mochila para irme livianita para arriba o para donde haya que irse.
_Robles hizo un gesto como de aprobación y se fue como si nada de esto tuviera gran importancia.
Mientras caminaba hacia la estación de autobuses pensaba en las palabras de la paraguaya.
_”alivianar la mochila”, que cosas dice esta gente
_En el camino pasó por una iglesia y por primera vez en su vida tubo dudas, también por primera vez arrojó un par de monedas a la pequeña caja de cartón del mendigo que dormía en el atrio.
_”irse livianita” ¿A dónde pensará irse? A un pozo de dos metros bajo tierra, como todos los que se mueren.
_Pasó frente a una cabina telefónica, se detuvo unos pasos más adelante, pensó algo por un momento, se encogió de hombros, volvió, tomó el tubo, puso un par de monedas en el aparato y marcó un número que hacía ya años que no marcaba.
_Hola, soy Tadeo.
_El hombre del otro lado de la línea reconoció extrañado la voz de su hermano; la conversación no fue muy larga, solo algunas frases entrecortadas entre las que apareció la palabra “perdón”.
Antes de llegar a la estación se detuvo un momento miró a su alrededor y pensativo volvió sobre sus pasos; llegó a su casa cuando Elsa estaba por irse.
_ Patrón, que pasó que volvió tan rápido, ¿compró los pasajes?
_ No, voy a cambiar el turno para más adelante, ahora no tengo ganas de viajar.
_ ¿Qué le pasa? ¿Anda con la mochila medio pesada?
_La mujer dijo esto con una maliciosa sonrisa, se despidió y cerró la puerta. Al salir se acercó al cesto de basura de la calle y riéndose satisfecha arrojó un diario algo arrugado y que tenía mal la fecha y algunas noticias tal vez, no tan falsas.

Comentarios & Opiniones

Xio

Ya sabes, me prendo de tu historias y es como si volara al parejo de las letras, que manera mas eficaz tienes de apoderarte del lector con ese talento que tienes para las narraciones,fascinante cuento siempre quedo encantada, un placer querido gaucho

Critica: 
Jorge Loyola

Mi querida amiga, siempre espero tus halagadores comentarios, gracias por eso.
Un gran abrazo genia del alma.

Critica: 
misombra

Jorge, no había tenido el privilegio de leerte y me gusto mucho. Felicitaciones desde mi chilito lindo

Critica: 
Jorge Loyola

Amiga misombra, bienvenida a mis escritos muchas gracias por la visita .
Abrazo

Critica: 
María del Rocío

Jorge! Es tremendo leerte eres magnífico en esto de los cuentos y como dice Xio una se prende!!! FELICIDADES

Critica: 
Jorge Loyola

María del Rocío, me hace feliz que mis relatos atraigan y atrapen.
Un abrazo.

Critica: 
Osler Detourniel

Excelente historia, muy bien relatada y estructura, felicitaciones. Saludos cordiales poeta

Critica: 
Jorge Loyola

Muchas gracias Osler,un placer recibirte .
Un gran abrazo.

Critica: 

Comenta & Vota