En un parque de Vallecas

Cálida mañana de otoño,
me siento en un banco del parque y
escribo.
Los perros ladran a mi alrededor,
juegan inquietos.
La gente habla de temas banales,
conversaciones normales del día a día.
El suelo, lleno de hojas de
árbol caduco.
Coches pasan a mi derecha,
el rugir de sus motores interrumpe mis versos.
‘Ojalá estar entre montañas’
Anoto en una hoja de mi cuaderno.
‘Montañas solitarias llenas de nieve por doquier,
bosques profundos y verdes de hoja perenne,
una cabaña en medio de la espesura.’
Enciendo un cigarro,
inhalo su humo como si así me pudiera transportar a ese paisaje.
Exhalo.