SENECTUD

poema de Andaluz

Sentado en una banca a la sombra de un árbol,
Desprendió de pronto el viento una hoja,
Que a caer fue a mi regazo.
Su color mortecino observé
(Otrora verde), e inquieto le pregunté:
¿Qué quieres de mí, marchita hoja?
¿Acaso angustiada me dices que agonizas
Al faltarte el sustento que te proporcionaba
La generosa rama de la cual colgabas?
Tu dolor comprendo,
Porque yo como tú cada día
Veo marchitar mi ser,
Mientras al final de mi existencia me encamino.
Yo como tú, cada día le digo a mi creador:
Señor, muero día a día,
Viendo cual reloj de arena, desvanecerse mi existir.
Más, con su tierna voz el Señor me consuela,
Diciéndome: Hijo mío, mi querido hijo;
SI supieras cuanto ansío tenerte a mi lado
Y que juntos compartamos las delicias de mi reino.
Sin embargo, conviene dejar transcurrir los días
Para traerte hasta mí.
El árbol que hoy ves seco y botando sus hojas por doquier,
Un día las renovará y brotarán otras hojas verdes.
De la misma forma, la vida por la cual suspiras,
Un día yo la renovaré para la eternidad.

Comentarios & Opiniones

Dikia

Que así sea , la fe mueve montañas .
Te ha quedado dulce y con una confíanza ciega .
Huele a esperanza
Buenas noches
Un abrazo

Critica: 
Silvia

Una obra brillante! Te felicito,beso.

Critica: 
Andaluz

Agradesco grandemente sus gentiles comentarios a mi obra y espero poder seguir contribuyendo con mis humildes aportes.

Critica: