El Insomne

En noches largas,
largas como mares grises
cuyas olas más fatuas
escarban mi mente como lombrices,
me he quedado intentando
consumir la vela de mi conciencia.
No se consume; sigue brillando
pero se me consume la paciencia.

Suena un reloj a lo lejos
y sus manecillas devoran el tiempo.
Su sonido dantesco, que sin miramientos
espesa el aire, atraviesa el silencio,
remueve grotesco el gran lodazal fresco
que entrampa la mente en tonos de negro.

En noches oscuras,
oscuras como luz de cenizas,
no hay silencio, hay locura;
cada ruido se canaliza
por la materia como corriente
y las paredes frías lo amplifican
y lo hacen retumbar en mi mente.

Dormito un poco y escucho
estridente el canto de un queltehue
que echa vuelo por la noche de luto
y deja plantada la simiente
de la lucidez intranquila,
del funeral del sueño.
de una noche que encandila,
de pensamientos sin dueño.

En noches indolentes,
indolentes solo como ésta,
han habido insomnes silentes
que su energía a la noche prestan
y ésta no se las devuelve.
Otros hay que se creen valientes
y fingen el día cuando el mundo duerme,
hay otros que de pastillas dependen.
Yo en cambio miro el techo,
fija la vista hacia al frente
y sin nada más que hacer
yo pienso, simplemente,

Comentarios & Opiniones

Artífice de Sueños MARS

Saludo. Cuando trasnochar e insomnio juegan balancín en la mente nacen letras así. Bueno, a seguir escribiendo en el balancín de los sueños. Buenas noches, hasta luego.

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