Mi unico enemigo

Desde aquella noche siento que camino solo, mientras la fría lluvia me apuñala.

Siento que navego a la deriva, sin viento a mi favor, que mis piernas se congelan y cada paso hacia adelante cuesta el doble, que voy contra marea y que los obstáculos son tan grandes, que ni la luz de la luna me sirve de refugio para las noches más oscuras y tenebrosas.

Pero lo peor es cuando me despierto a mitad de la noche, y me descubro a mi mismo abriendo orificios para hundir mi barca, ya no puedo confiar ni en mi sombra, ya que a veces me da puñetazos, tirándome contra las paredes y presionando mi cabeza contra el suelo, para que millones de yos me escupan y me humillen, mientras de mis ojos caen lágrimas de impotencia, estoy solo.

Aceptarme empeora la situación, y cambiarme es imposible cuando yo mismo soy el enemigo, el problema nunca será la solución.

Estoy condenado a errar, introduciendo en mi mochila todos mis fracasos, mis arrepentimientos y mis frustraciones.

Condenado a caminar, tropezarme, caerme, levantarme y devolverme, hasta que esto termine por causar mi prematura muerte, porque lo único que tengo seguro, es que nunca podre huir de mí mismo.