El otro lado de la fiesta

Me sitúo del lado contrario
En el espacio opuesto
A las celebraciones,
Me encuentro en el bando
Que oculta las emociones

Y desde aquí observo
Las sonrisas, besos y caricias
Ve las almas danzantes
Que ambientan la reunión

Miro con atención
La escapatoria de su alma
Ese grito arraigado
Que se encuentra en lo recóndito
De su vacío ser

Escucho entre líneas
El descontento de su día
Las presiones familiares
Los apuros económicos
La insatisfacción de la pareja
La infidelidad nupcial

Pero ese oscuro
Y patético vacío
Ese putrefacto sentir
Que se enmascara en un saludo
y se disfraza en un bléiser

Me sitúo del lado adverso
A los enmascarados fiesteros
Tomo asiento en el espacio
Que alimenta las penas

Desde este lado opuesto
Soy el que sirve el analgésico
El calmante que todos buscan
El trago con que todos brindan

Y en cada sonido que emana
Ese frio y amargo brindis
Esconde un gesto de inconformidad
Brilla un sentimiento aislado
… de querer huir
Por un instante…

De este lado no existe la diferencia
Sirvo mientras lidio con mis fantasmas
Brindo con mis miedos
Y carcajeo con mis demonios
¡Maldita vida que dulce eres!

De este lado del escenario
Soy el mediador de las diferencias
El ansiolítico de las penas
Soy el que atiende su petición
Y la transforma en un dulce trago

Un trago que permite escapar
Que permite sonreír
Un momento para alburear
De manera sincera

De este lado de la barra
Soy el que brindando dulcemente
Domestica los demonios propios
… y ajenos
Adiestra la locura
La rabieta
Y te invita a brindar
Por un solo instante
levantemos las copas
mientras huimoss
de la fatídica realidad
al ritmo de: ¡Salud!