Ineficaz

Se me escapa lo que habito
en mi ineficaz calibre empático,
no puedo llegar a la carne,
y no por la espeleología de
lo enmascarado siento carencias,
sino porque allá
donde el vértigo es tangible,
no tengo manos donde agarrarme.

En su defecto me llaman
inerte en las ruinas ajenas,
en mi imperio,
la perversión y la misericordia
son lo mismo.

Mi conciencia no tiene
patrón ni destino,
es remota a su amo,
desobediente por lo difuso,
obtusa por naturaleza.