.dios

poema de Javier Pineda

Creo en las palabras sinceras y en los besos desinteresados en una mano que te salva cuando no tienes algo claro.

Creo en miradas perdidas que se encuentran y en la gente que se lanza sea cuál sea el motivo y aunque la duda le persiga sigue su camino.
Creo en la paz y no en la guerra, creo en el mar que no toca tierra.
Prefiero soñar a no volar nunca en mi planeta tierra, soy de los que se hacen grandes cuando en la vida tropieza.

Valorar en positivo tus trastadas te brindan un voto de confianza igual que tolerar a un hombre malvado por su intolerancia.
Preferí no decir nada y dar media vuelta, coincidí con la nada sin encontrar coherencia.

Me permito el lujo de soñar aunque a veces la vida me despierte de una bofetada.
Me permito ser dueño de mis actos aunque mi ángel y mi demonio se enfrenten e intenten acabar con mi paciencia a puñaladas.

Caprichoso a momentos y con la paciencia entrenada, no me hace falta sufrir por nada.
Sale solo, como una canción aprendida, como un abrazo a un amigo, como un acercamiento correspondido, es la magia de la vida.

Mezcla perfecta y equitativa, lanza la piedra y no escondas la mano que empieza la partida.
Mezcla explosiva cuando mis labios se van acercando a tu mejilla.
Desvinculando la palabra dios de algo celestial, lo acerco y lo utilizo como algo personal que me ayuda a surfear la línea de la vida que me ha tocado dibujar.
Solo que yo tengo el color que tú necesites igual que el señor ibarra el dios del rap.

Elijo la verdad como la responsabilidad y el engaño como enemigo, sigue disfrazando tus mentiras y mirando solo tu ombligo.
Dulce sabor de lo que no se entiende, he aquí el kit de la cuestión, cuanto más pruebes ese sabor, más alto ara que te eleves.

Por último diré que soy vigoroso cual oso poderoso, añado que soy tolerante pero no lo suficiente y que si no me fallan lo doy todo al contado.

Javier Pineda,