.ámate

poema de Javier Pineda

El te ama no cabe duda.
Te mima, te cuida y te da ternura.
Hay proyectos en común y todo avanza.
Encajáis a la perfección y el tiempo pasa.

Una de cal o otra de arena,
ese es el precio de la dulce condena.
Se fija en tus hobbies, se preocupa con quien vas
y en esa relación tan buena que tienes con ese amigo especial.

Algún enfado surge y piensas que es algo normal.
Te da miedo y te confunde cuando algún chillido
ha llegado a soltar.

No pasa nada el te ama igual.

El:
-No vallas con tus amigos quédate conmigo,
no me encuentro bien, quédate y cuídame.

Pasan los días y te sientes temporalmente amada,
pues después de una cita inolvidable el no te llama.
Cada trifurca sube de tono, la confianza confunde las miras,
te crean expectativas y lo que piensas no acaba pasando.

No sabes porque pero nadie te llama, nadie te busca es
como si no tuvieras alma.

Le cuentas a tu mejor amiga que el lo hizo sin querer,
que una bofetada se perdona, fueron los nervios otra vez.
Todo tu entorno opina igual.

Ella:
-Pero el también llora cuando estamos a solas,
no es maldad es su propia soledad que le destroza.

La pomada esta fría no obstante te la pones para disimilar
el ojo morado que ocultan tus contradicciones.

De vez en cuando te llora y pide perdón por su lujuria eso si,
no quiere que le discutas.
Te hace creer que eres culpable de los gritos y golpes recibidos.
El: -Si te comportaras como toca nada de esto hubiese sucedido.

El suelo esta frío, apenas puedes mover el brazo.
Por la ventana entran dos rallos de luz.
La mesa sigue puesta.
El reloj muestra una nueva hora entrante y sigues ahí
tirada en el suelo, confundida y distante.
La televisión sigue encendida con el volumen a toda voz.

Sientes pena de sentir pena, no sabes cuando volverá,
se marcho por la puerta que tienes delante.
Las lagrimas mojan tus mejillas que siguen sonrojadas
por el frió del suelo y por algún que otro golpe.

Prefieres no levantarte.

Ella: -Cuando vuelva le pediré perdón. Si! será lo mejor.

Tu no tienes la culpa de sus temores,
no te sientas responsable de que no sepa gestionar sus emociones.
Se excusara en alguna situación pasada que no supo superar
y su vida quedó atascada.

No pierdas tiempo en alguien que es superior a ti físicamente
y a su vez es muy débil mentalmente.

Seguir con el no solucionara sus problemas de base.
El es una victima de un pasado que no superó, de unas leyes
morales que no comprendió o que nadie le dio la opción
de saber que son.

No hablo de olvidar, hablo de comprender.
No hablo de absolver, hablo de ayudar.
No hablo de encerrar, hablo de reeducar.

ÁMATE!

Ámate mucho, ámate más, ámate mejor, ámate antes.

Ámate cuando te prive de tu libertad.

Ámate cuando la mano se alce y no sea para dar una caricia.

Ámate cuando su indiferencia te hiera.

Ámate por tomar la decisión de seguir con el, aunque eso te mate.

Javier Pineda,
Copyright©2017