Viaje

Dejame alcanzarte, no respires por un momento, pues cada latido es un remo que aleja tu bote de mi viaje. Ven a mis orillas, que sobre la tierra y bajo este cielo pretendo abrazarte, para hacernos eternos como el viento, y cuando quieras presentar una queja, fundirnos en el oleaje.
Ven que la vida es joven, y eso de hacernos viejos es un chantaje. Ven que voy a mostrarte que de la vida y la muerte solo el amor puede salvarte. Acercate sin mirar atrás, tu bote siempre estará listo, con tormenta o sin ellas, avanza sin miedo, que en esta isla no existen las puertas. Cuando quieras irte, solo vuelve a respirar, sin miedo de perderte o pisar otra isla, sin miedo, de zarpar sola al mar...