Beso sin germinar

No lo sé ¡¿Por qué no me besaste?!
Tal vez a propósito detuviste el tiempo mientras se iba acelerado,
y tú andabas dejando pasar a cronos conmigo ahí, a tu lado;
tal vez intuiste que la tarde esa dejaría ser la misma en el recuerdo,
cuando a lo mejor, ¡seguro estoy! nuestros labios estarían de acuerdo.

Pienso en... ¡¿Qué te pasaría qué no me besaste?!
No sé sí en el segundo antes se te vino a la mente que te tildaría de loca,
y detuviste tu boca en el imaginario estado cuando ya íbamos a mitad del sueño,
porque desde que hemos sabidos de piel, han querido pactar para ser dueños,
aunque adelantadas las miradas, los latidos y sin ignorar que provoca.

En mi mente sigue ¡¿Por qué decidiste tardarte?!
Pudiese ser que pensaste que al tacto traería la gloria o la derrumbaría,
a lo mejor enlutaría a las palomas en la tarde de febrero en su sexto día,
porque dejamos ir eso, yo inconsciente y tu pensamiento predispuesto
a enterrar en el corazón la detallada ilusión que tatuaría en mí tu beso.