EL SABOR DE TU CARNE

poema de Jair Segura

Deja que el sabor de tu carne se deshaga en mi boca, sobre estas sabanas, sobre esta cama,
en este cuarto de hotel
a la vez que se mezcla el aire
con el humo del cigarro y tus gemidos.

Deja que tus labios se vacíen en mi boca, que se derrame el placer
al largo de tus senos
hasta desembocar en tu ombligo.

Me acerco apacible mientras separas las piernas para mostrarme el paraíso
y pintar un nuevo amanecer en mi memoria y lo descubro
descubro que incluso el fuego puede ser húmedo.