SONETO DE LA DESPEDIDA
poema de NAVI OLECRAM
Lejos queda el tiempo de la mirada
Que un día prudente me concedías
cuando mis manos fugazmente cogías
redundando que aceptas ser mi amada
hoy parece que nunca conociste
a quien te manifestó fidelidad
bautizando a mi corazón soledad
carente de referencias tu partiste
distante señora debes hallarte
tras dejar, a quien de cariño arde
llevando risas como estandarte
¡oh Dios¡ si me pierdo en el camino,
masticaré las horas en silencio
para hallar con sapiencia mi destino.