TRAS LA CORTINA

poema de LITERATO

Por muy nublado y oscuro
que amanezca un día de Dios,
siempre existe un rayo puro
de luz que el caparazón
del cielo rompe, y se escapa,
y nos alumbra, y nos surte
a los humanos de el alba.
Siempre, doquiera se nuble,
hay una arista intangible
que nos recuerda que tras
esa cortina irrompible
está el sol, y alumbra igual.