Ven.

Ven y abrázame
que esta noche me desintegro
entre palabras que nunca
pisaron tímpanos y sentimientos
que fueron cruelmente asesinados
y que ahora reposan
entre las tumbas
de un corazón aliquebrado.
Ven y posa un suspiro sobre mis
labios que urgen de deseos,
ancla tu piel a mi bahía
y besa su oscuridad, quizás
así vuelva el día.
Óyeme, sálvame de esta
dolorosa vida que me
ha traído el silencio
y la tempestad de esta tormenta
sometida que no termina
Y que de a poco se lleva mis células,
hace años no pruebo el amor
ni la calidez de otro humano,
hace años sólo bailo entre las
sombras oscuras de este triste
cuarto al que apenas entibia
el sol de mañana.