Decidle

La relatividad a la mano de mi estado de ánimo,
la demencia de mis versos,
y el sabor de sus labios,
el tiempo y la frustración que siento,
son la metáfora que persiste en mí.

Viéndome como una persona normal,
disfrutando de las cosas,
sin tener que valorarlas.

Después de todo,
reconozco a mi mayor error.

A día de hoy,
levantándome en estos veros,
sin ser capaz de aislarme de mi mente,
ni de ella.

No veo la forma de hacer callar,
a mi peor enemigo,
a esta mente rota de crío.

Y si todo tiene su esencia,
me gustaría saber,
donde he perdido la mía,
decidle,
que pagaría con mi vida.