Niño rebelde

Niño rebelde,
coronado con laureles de fuego
gritó tan fuerte como pudo
en el apogeo de su intensa humanidad;
¿quién se supone que debo ser?
¿bajo quién me debo postrar?
¿a quién debo de adorar?
¿a quién se supone que debo de amar?;
Te he velado como un animal salvaje
día y noche en la penumbra extravagante,
escudriñando perdido entre risas hechizadas
revestidas de coloridos perfumes embriagadores y atormentados;
Suyo fué el madrigal terrenal,
cuando fué coronado con laureles de fuego
en el apogeo de su intensa humanidad
gritó tan fuerte como pudo
bajo el sol negro errabundo
del desértico Oriente tostado
en un viaje sin retorno por el infierno interno,
donde el alma atormentada
reposará en los hemisférios de la poesía infinita;
"Inocente arrepentido, es no haber vivido"