MUNDO DE MI SER

¿Quién no quiere su propio mundo?.
Ese preciso lugar que se alimenta
De tu mirada sobre la perfección,
Con una arquitectura cálida,
Pero más bien egoísta.

—¿Cómo sería el tuyo?—
Me pregunta la frustración.

El mío tendría un gran silencio,
El suficiente para poder escucharme,
Con un invierno agradable e infinito
Y una soledad que vigile los paisajes
Protegiéndolos de los intrusos.

Viviría acompañado de una mujer,
Que no estorbe en mi soledad,
Pero me acompañe más que nunca.

Ser los únicos en el vecindario,
Que nadie interrumpa la frágil calma,
Gritar nuestra verdad sin cuidado alguno.

En simples y sencillas palabras,
Donde pueda ser yo.

—¿Y cómo es nuestro mundo?—
Me pregunta la ironía,
Con una risa entre dientes.

El nuestro tiene un gran ruido,
Lo grotesco para no poder escucharnos,
Con una tormenta desastrosa, pero finita
Y una triste y densa compañía curiosa
Que desmorona asuntos ajenos.

Vivo solo y cómodo a mi timidez,
Por el miedo de desconocerme,
En consecuencia del encierro dominante.

Lástima que hoy pocos piensan y callan,
Prefieren ser bulliciosos y molestos,
Sin siquiera gritar sus verdades.

En simples y sencillas palabras,
Donde no puedo ser yo.