IMPREVISTO

Parque de domingo.
Sol despierto.
Palomas y migas.
Transeúntes distraídos.
Hombros besan.
Papeles traviesos.
Disculpas van.
Recoge el error.
Sonríe sin problemas.
Pupilas débiles.
Suspiro de rutina.
Siente palabras.
Pero no nacen.
Anonimato permanece.
Inspirado por un parla
que no crea.
Entonces agradece
sobre el pómulo,
voltea y parte.
Él sólo repite
con manos y frases
en los bolsillos,
viendo morir
aquella vida.