CARTAS FLORES Y ESPINAS PARA UNA DESPEDIDA

poema de HEHO

CARTAS FLORES Y ESPINAS.

Hace ya un tiempo que llevo pensando si es prudente buscarte, pues hay un espacio infinito en el adiós, que lleno con la idea del hasta luego , sin quererlo me encuentro en algunas horas del día deseando estar contigo, y me parece una locura hacerlo sabes, el tiempo es tan relativo cuando se esta en medio de una tormenta o un orgasmo, ayer por ejemplo soñaba contigo y con un momento especifico, ¿recuerdas aquella vez que estábamos en el zócalo?, de la nada te jalé para darte un beso, qué nostalgia dan los ósculos que matan el tiempo y trasgreden el ritmo del espacio, hace unos días que me encuentro en casa,Es cuando más te extraño, ya no hay nada aquí que me lleve a traerte al pensamiento, nada evidente claro, hay por ahí unos trapos escondidos entre mis trapos, he querido despedirme de ellos pero no he podido, no sé si podré en algún momento, aún conservan tu aroma, muy leve, acaso una nota de tu perfume ,pero aún me recuerdan tu esencia, tu ninfomanía loca y mi satirismo sangriento; mi diablo está soñando, aún no puede despertar de la borrachera que se puso contigo.
solo cuando bailo y levanto fuego, cuando corro en el monte o cuando miro el arrebol dibujarse detrás de los cerros, esos momentos me hacen pensar que estas al otro lado, aún me paro en el balcón a fumar mirando en dirección a tus barrancas y me pregunto si haces lo mismo, no, a fumar no me refiero o mirar hacía los cerros
Sino a eso de beberse los recuerdos,
que necedad pensar en ti cuando fuimos otros,
me doy cuenta que ya han pasado los años
y aún no puedo sacarte de mis soliloquios,
el arte sigue fluyendo desde ti hacía mi,
o solo es que sigo amando tu recuerdo y tu cambiaste
y ya no piensas más en nosotros,
tenía que cumplir esa promesa de que tú
serías mi musa por excelencia,
es extraño y dulce el prurito que dejaste en mi piel,
mis manos aún dibujan tus contornos en el aire,
y no hay más nadie que pueda sacarte,
o solo es que soy yo el imprudente,
aún muerdo mis labios pensando en los tuyos y en la sonrisa que se dibujaba en tu rostro al hacerlo, mirar desde abajo eso ojos felinos, perversos, tiernos, risueños y claros, con una locura de bestia en cadenas, como una tormenta…
no he podido deshacerme de ese mal hábito de fumarte, de beberte, de consumirme en los brazos de los viejos amantes, y los más recientes me llenan de hastío pues me canso de buscarte en los lugares incorrectos, siento que es adrede, me pongo una trampa para no ir a la nuestra, en los ojos cafés, azules o grises, en esas manos que me tocan y no acarician mis sueños, no despiertan los desnudos anhelos, no queman la fortuna de ser efímero, y me desplomo sobre los placeres que ya tan conocidos, aceptan el baile, hay mucho que quisiera decirte pero no me alcanzan las palabras, tal vez haga falta que duermas nuevamente en mi pecho y escuches como cada latido susurra que vengas que te quedes y ya jamás te vayas…
Es demasiado utópico soñar con ello, ¿no crees?, sé que no te fuiste porque aquí sigues dentro, hasta la raíz, en mi sangre.
Hay una esquina, un ángulo que me permite mirarte a lo lejos, en el porvenir, en los recuerdos, no me malinterpretes, no estoy triste, en cambio todo va bien, pero este no olvidarte me parece agridulce, tal como el arte que va sobre la piel, duele y el extraño picor de las reminiscencias pregunta por quién dibujo esa flor en mi lomo, y es imposible no responderle, ella, la musa por excelencia
el empujón que Me lleva a Chimalhuacan, allá donde nos dimos el gran regalo de ser cómplices de la piel y el tatuaje, viene desde mi centro, harto de lo tibio lo que no duele, me voy buscando y me doy cuenta de que el resabio de tus besos, tu risa, tu sexo y hasta tu mal genio se han hecho necesarios, la hoguera no se ha apagado todavía brinca y chisporrotea, y te llamo para no contestar solo esperando para escuchar tu voz decir bueno bueno bueno ….
Mira que locura es ser infiel cuando el corazón es el villano , recordarte es amargo y me gusta saber que son los tragos fuertes, los menesteres trashumantes los que me llevan a invocar-te.
eres el refugio de mi espíritu y alimento del mismo, mi choza.
No ha pasado una brisa, una lista de pendientes que haga que me olvide de ti,

Recuerdo tus manos y las cicatrices de tu abdomen y espalda, la ansiedad con la que pellizcabas tu cara o la mia, tu manía loca de niña , las peleas filosóficas y las otras que no lo eran tanto,las películas animadas
Tu gusto por los dulces, y tú inquebrantable voluntad por ser mejor humana.

Esos detalles pequeños y tontos
son tantos que dibujan un collage en mi nostalgia
Las cicatrices en tu cuerpo me contaron una historia, tus lunares y tus pecas ,
también tus anhelos desnudos
Tus muslos tus caderas tu espalda,
tus tobillos bailarines le enseñaron a mis pies bailarines
como darle vida a una hoguera...

H.E.H.O.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Unas letras que invitan a reflexionar
Sin dudas ese amor que no se puede olvidar.
Es la raíz de todo

Saludos cordiales
Buenísimas letras.
Beso

Critica: 
HEHO

Silvia, hace tiempo que no escribía pero supongo que se hace necesario el galimatias. Gracias he igual un saludo y un abrazo

Critica: 
La Dama Azul

Caballero, son claras y declarativas las palabras de vuestro texto. Un gusto pasar.

Reciba cordiales saludos.

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