UNA CONFESIÓN

- ¡No hagas tanto ruido! Se va a dar cuenta.
Si quieres, mejor, no mires y date la vuelta.
¡Mira!-¡Aquí viene de nuevo! ¡Rápido! Cierra los ojos.
No dejes que te descubra, ocultate entre los despojos.

De repente, Una mirada, se filtro entre su pecho
Y unas palabras le calaron hasta el techo.
Eran blandas y dulces, se abrían paso entre las grietas
Y Casi se cayeron los quiciales de sus puertas

-Shh, ¡Mantén la calma! No entrará
Finge que no te importa,
Seguro, asi, se marchará

Pero, un aroma a rosas le tocó la nariz
Era suave - ¡Vaya! Qué sutil.
La luna, cómplice del desprevenido ataque
Reflejo sobre el río, un amor sincero que se moría de frío.

Las estrellas comenzaron a cantar
y la noche no dejó de suspirar
Entonces, el tiempo se le detuvo y justo allí,
A su garganta se le atraviesa un nudo.

-¡Debería dejarlo entrar! Necesita un abrigo
-¿Perdiste la cabeza? Eso nos dejará al descubierto
-No lo creo, al final todo esto es tan incierto.
Pero, quiero experimentar que pasará si le digo
"SI, ACEPTO"

Los escombros se vinieron al suelo
Y el corazón se le acurrucó en cada uno de sus velos
La sonrisa inocente se le dibujó en el cielo
Y las dos miradas se cruzaron.
Ya sabrás... él final más inesperado.