VERGEL DE ROSAS A UNA ROSA

Danza el corazón en un profuso vergel de rosas;
bruñen sus latidos el sereno de las noches,
y al compas del aroma sutil
de los desengaños,
la sangre abona la tierra donde nacen y crecen
las palabras de rechazo, las hirientes dagas de esos bailes de fracaso.
Mas cuanto más desencantos salen al paso,
más bellas se vuelven tus rosas.
Es que tienes los años necesarios
para clamar lo que piensas, lo que sientes,
para hacer lo que quieres,
para reconocer yerros viejos,
rectificar caminos y atesorar laureles al ritmo de cada fracaso.
Tienes los años en que el amor
a veces es una loca llamarada,
ansiosa de consumirse al fuego de pasión soterrada.
Y otras es un recodo de paz, tal ocasos en la playa.
Tanto camino avanzado
tan estrecho e inseguro a veces fue tu andar
que ahora hundirse sería fútil,
no hay alternativa mas que continuar
sin miedo a la luz, al amor, al mar.
Indicando al corazón cada vez danza a ritmo dispar:
¡ Está totalmente prohibido dejar de reír, de cantar, de bailar, de amar!
Tangarana Agosto 2015