¡Aldita!

poema de Ubrayana

Si maldecir pudiera, te maldijera.
¡Aldita! Te robaste lo mejor de mí, lo valioso. ¿Y para qué? Para pisotearlo junto conmigo poco después.
¡Aldita! Qué mal que no supieras valorar estos ojos enamorados, ni este corazón latente por ti, qué bella fuiste, ilusión, mentira!
¡Aldita! Espero estés feliz pues mereces serlo, pero también mereces este poema. Y es que me arde, Aldita. Mis planes y sueños destruidos por tu estupidez. Pero tranquila, el amor que me tengo me ha permitido sonreír otra vez, ver a los ojos, tomar la mano de alguien más... Y tú, Aldita, espero hayas podido hacer lo mismo porque a la final si te quise, aunque ya no. Y no pudiste acabar con lo bueno de mí, Aldita, así que te deseo lo mejor, de verdad lo mejor. Lo mejor y mucho más, pero nada mejor que yo, Aldita, eso sí no lo mereces, lo lamento. Y por último, Aldita, tu nombre merece una M, te amo.
No, ya no...