Una mañana inmóvil ,sentado dentro de un mall

poema de Miguel flores

Las personas como caídas hojarascas
pasan todas arrastradas por un viento diferente
De diferentes modos,sin fin de direcciones
Son como fluidos,
Como torrentes sanguíneos dentro de sus venas
Y estas dentro de sus cuerpos,
Los cuales observo pasar

En cada parpadeo de mi mente suelo imaginar
a que hogar pertenecen cada uno de estos seres,
Sus familias,el calor que los empaña
cada ciclo finalizado de un común reloj

Me fascina ser un espectador de todas las cosas,
de sus sonidos, estoy encantado percibiendo olores,
los climas de estos mundos, el acertijo de sus vidas

Y se ha estacionado una joven mujer al costado mío
trajo un aroma consigo,se acondiciona de
una manera no muy extraña en mí

Trae dos colas en sus cabellos
y estas caen cual cascadas
rubias
En su espalda encorvada,
brazos fijos
y sus manos como instrumentos
de hacer andar estos aparatos

Y vuelvo del fin ,envuelto en la cúpula del tiempo
Alimentado por los amaneceres inmóviles
Que se regocijan en el encanto de todo lo natural
Y en cuanto es verdad, soy un perro de nadie
soy la mancha fresca en tu polerón que aun no lavas
Soy la eterna maravilla inconclusa del día y el día
Lo que produce la excitación de mi pleamar
Soy lo que se arrastra del beso que tiré al aire,
el cual no encontró tus labios quietos
donde depositarse

Celebren todos a la infinidad
que es la belleza de este universo,
de estos mundos dentro de otros mundos