Vértigo

poema de Lola Amapola

He pasado
muchas veces por aquí.
Me sigue dando
tanto vértigo
como cuando cerraba los ojos
al cruzar esta calle.

Ya no tengo esa costumbre
pero la nausea persiste,
es más fuerte y ambiciosa,
está decidida a conquistarme.

Yo le digo que no,
que no soy la misma,
ni llevo la capucha puesta,
ni las defensas bajas,
ni la mirada perdida,
pero todo le da igual.

La nausea está cruzada,
convencida
que me voy a acabar
enamorando de ella,
que su vértigo
me conquistará
hasta los huesos
y desarrollaré
síndrome de Estocolmo,
Diógenes acumulativo
de desastres y torpezas
y pensamientos turbios.

Es una guerra sin fin

Comentarios & Opiniones

Elvi

Intensos tus versos, me encantó pasar. Saludos y estrellas

Critica: 

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