Olvidarás

Un buen día lejano
te despertarás
habiendo olvidado
los detalles diminutos, nimios
que te revuelven las tripas
un día como hoy.

Habrás olvidado
las voces del viento en Granada,
la ola que choca contra tus pies
y trae consigo
escalofrío
desde el tobillo
hasta la glándula pineal
en pleno mediterráneo.

La discusión de una pareja
desconocida
que observas con vergüenza
desde la ventana.
La risa de la dependienta
del pan y chocolate.

El libro del suelo
que lleva por título
la descripción exacta
de la última época de tu vida.

La armónica que suena desde
el banco
en boca de alguien
que no distingues con claridad
en la lejanía.

Habrás olvidado el placer de oler jazmín,
la mariposa morada que se puso en tu zapato
y la chica esa que siempre baila sola
y que tanto te gusta observar.

Olvidarás la llorera que te provoca I Origins,
la primera calada,
la primera fiesta,
el primer viaje espacial
y la armonía
de tres días de fiesta caóticos
que equilibraron la balanza.

Olvidarás esa noche en es vedrá,
esa noche en cala comte,
la noche en el pata palo
y las broncas espirituales de mamá.

Te olvidarás por que
al fin y al cabo
ya lo olvidaste una vez
para poder vivirlo.