En la hoguera

"Sabes,
yo sé que nada sé
y que nada me pertenece,
ni quisiera esa responsabilidad
por nada del mundo.

Manos vacías,
para tocarlo todo,
es lo máximo que desearía
acumular antes de irme.

En el vaivén les hablo
de los monstruos y de sus disfraces,
no me creen
y me hago la loca y al final,
como casi siempre,
se acaban pegando a mi espalda.
Quién me mandaría andar
mencionándoselo a personas
con los oídos demasiado humanos,
demasiado tierra,
demasiado entretenidos.

Para que no me coman,
tengo crudas conversaciones
alrededor del fuego con ellos,
y saben que en esa hoguera
nadie manda.
Ni ellos, ni yo,
ni nadie que pueda observarla.
Es la llama
la que nos trajo aquí a todos.

Peleamos por ella
o avivamos su fuego,
todo se reduce
a mantener el calor. "