Soliloquio...

Que le dirías a mi dolor
Por si alguna vez te preguntara:
Por qué me heriste con tu adiós
Y abandonaste la morada de mi amor.

¿Tendrías piedad de mis ojos que claman por ti
O de mi ser que se consume hasta el final?

Ya he sumado tantas culpas al pasado,
Y mi pecho inmerso en llanto se ha cansado.
Ya no importan primaveras, ni horizontes,
Ni que tú en ellos aun estés presente.

Ya no le escribo al sentimiento que nace,
Sino al que parte con la ausencia de la muerte.

El terreno que abonaste en mi mente,
Ya nunca más volverá a ser terreno fértil.
Porque los frutos del amor no se maduran,
Si no hay quien riegue sus semillas con ternura.

Y el viento correrá yermo y helado
Por tu terreno frío y desolado.
¡Indagarás, ahora lo se con certeza ¡
Más no será mi dolor quien acuda a tu llamado.
Serás un alma sumida en el pasado
Del profundo mar de mi tristeza.

Y para cuando emerjas, alma desnuda y desolada
¡No estaré yo, no habrá dolor, ni habrá respuesta ¡