Camino a la redención

Anclar la mirada a un punto indefinido
en el lugar más cercano a mi en el suelo
cuando pudiera besar el paraíso
en las lagunas esmeraldas de tus ojos…

Poner muletas al corazón
y atarle grilletes a sus sueños
cuando galopar quisiera hacia tus brazos…

Encarcelar al suspiro que brota con tu recuerdo
y nublar su cielo de incertidumbre,
cuando quisiera encontrar su destino
en la suavidad de tu pecho…

¡Eso no es vivir!

¿Acaso la inquisición se ha ensañado con mi alma...?
Duerme tu sonrisa el letargo de lo ajeno,
y se mofa de mi soledad el calor del lecho que te arropa,
cruel nevada de reproches,
encuentran blanco en mi subconsciente;

Encumbrado en lo correcto,
mi pensamiento aborta tu imagen,
mientras mi corazón le teje un nido…

¡No renunciaré a ese cielo que parpadea en tus pestañas!
merodearé a tus remordimientos para sobornarlos,
al fin y al cabo… ¿Qué es lo correcto,
cuando va en silla de ruedas la esperanza
y al dolor le brotan alas?
¿Quién ha de juzgar lo que yace atado a condena
aún antes de iniciar el juicio?
No renunciaré…
romperé los esquemas y las normas
brindaré con ellas y me beberé los complejos,
que reposan en las comisuras de tus labios,
hasta que olvides que existieron,
hasta que sean los míos tu camino hacia la redención...

Gema Sánchez
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México